En Galicia contamos con innumerables poblaciones de pequeño tamaño. Muchas de ellas no disfrutan de la suficiente capacidad económica para mantener una fuerte inversión continuada en cultura y nuevas tecnologías.
Para promover actividades culturales muchas veces precisan de realizar desplazamientos, lo cual implica un gasto de transporte con su correspondiente impacto ambiental.